La Cooperación y el Movimiento Sindical




Laureano Cuerdo. CCOO España.

La cooperación ha tenido sobre el movimiento sindical de América Central, también en El Salvador, los efectos de una plaga bíblica. El fenómeno aparece por el desembarco masivo de fondos del Departamento de Estado de EEUU para crear sindicatos que se enfrenten al sindicalismo de izquierdas, que era visto por aquel, como una retaguardia de los movimientos insurgentes, porque incluían en sus demandas y reivindicaciones aspectos sociopolíticos y no sólo reclamos salariales. Con estos fondos se crean nuevos sindicatos, se compran líderes y lo que es aún peor, se acostumbra a los sindicatos a vivir de la ayuda y no de la cuota. Cuando llega la paz todos se reacomodan y muchos líderes se convierten en especialistas en recibir fondos de la cooperación. Su legitimidad viene dada por ser intermediario de estos fondos y no tanto por su representatividad entre las bases. Todo ello es posible porque la cooperación que ahora llega también desde Europa, llega como ayuda “neutral”. Se trata de no ingerir como había hecho el Departamento de Estado, de respetar el “status quo”, pero al carecer de estrategia y sólo velar por la justificación de los fondos económicos (sin tener en cuenta el cumplimiento o no de objetivos, los resultados esperados y la sostenibilidad futura de forma autónoma de los proyectos de cooperación) perpetúa la dependencia sindical de la cooperación y mantiene a líderes y/o ONG como intermediarios sempiternos ( de nuevo se reproduce la intermediación entre los dioses y el pueblo, esta vez, entre los líderes y/o ONG y las bases sindicales).
Una vez aprendido el funcionamiento, muchos de estos profesionales de la cooperación o del “oficio sindical” formaron su negocio, se convirtieron en pseudo-dirigentes sindicales, secuestrando la representación y recibiendo dinero, bien de la cooperación, bien de los gobiernos y de los empresarios, a cambio de doblegarse a sus intereses. ¿Cómo cambiar esta situación? Por medio de una estrategia clara en el apoyo internacional, concebida para efectuar cambios estructurales medibles tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Hablamos del apoyo internacional que no es sólo cooperación, sino la utilización de la influencia política que tiene el movimiento sindical internacional, las centrales sindicales de Europa y América, que tienen influencia y lazos con el sindicalismo salvadoreño, pero también, con los “sindicatos globales” y con la CSA-CSI. Debemos propiciar y confluir en una actuación que influya sobre la OIT y otras agencias de la ONU que están colaborando o van a colaborar con el gobierno progresista del El Salvador y también directamente con este, buscando una interlocución con el gobierno como un todo, no con el gabinete del Presidente hoy, y mañana con el Ministerio de Trabajo o cualquier otra área de la administración salvadoreña. También debemos hablar e influir para lograr cambios que fortalezcan el movimiento sindical salvadoreño con todos los partidos políticos, pero especialmente en el FMLN que es el partido que ganó las elecciones presidenciales.
Claro está que con quien más tenemos que interactuar es con el movimiento sindical salvadoreño haciéndolo sin complejos, como internacionalistas, sabiendo que la debilidad o fortaleza de ellos es nuestra debilidad o fortaleza.
En este sentido, ¿es el MUSYGES el interlocutor del movimiento sindical internacional?
Pensamos que hoy no. Las razones que la CSTS da para salirse de este esfuerzo unitario, además de otras que se plantean también en el informe, hacen que esta coordinación esté invalidada para liderar los cambios que se necesitan. No puede ponerse a los lobos a guardar el rebaño, personas que siempre caen de pie como los gatos, cualquiera sea el gobierno de turno, se acomodan para salvar sus intereses, que no son los de los trabajadores. Existen en El Salvador organizaciones sindicales poco representativas que no son corruptas ni un obstáculo para la unidad de acción, excepto cuando se empeñan en utilizar su influencia internacional para tener más peso del que en realidad tienen, pero no obstante si se marginase a los corruptos la unidad avanzaría.
Recomendaciones
- El sindicalismo internacional debe relacionarse e interactuar con todo el movimiento sindical salvadoreño, excepto los corruptos.
- Debemos propiciar que, cuanto antes, se dé una verdadera coordinación para la unidad
de acción.
- La estrategia que debemos apoyar es la que propicia la CSA en la denominada autoreforma sindical que incluye, entre otras acciones, la organización de estructuras en organizaciones sindicales de rama y servicio, la negociación colectiva de rama o sector, la unidad en grandes confederaciones y la organización de nuevos sectores de trabajadores que hoy no están organizados por estar en la economía informal o en la tercerización.
- Debemos propiciar e incluso ayudar a que las autoridades laborales autoricen y promuevan nuevos sindicatos, propiciando su organización en federaciones o confederaciones.
- Debemos facilitar que se depuren los censos sindicales, para saber la realidad del sindicalismo salvadoreño, quizá a través de una comisión mixta Ministerio sindicatos- OIT.
- Debemos exigir que en los órganos tripartitos estén los verdaderos representantes de los trabajadores, a ello ayudaría la depuración del censo de organizaciones sindicales.
- Debemos propiciar que el sindicalismo salvadoreño, además de organizarse y fomentar la negociación colectiva, ponga en práctica un sindicalismo sociopolítico, aprovechando la Declaración de El Salvador como país focal del Pacto Mundial por el Empleo y la Estrategia
Iberoamericana de Salud y Seguridad en el Trabajo, contando entre sus objetivos: la Formación Profesional, el Empleo Juvenil, Políticas Activas de Empleo, la Salud Ocupacional, la Protección Social, incluyendo las Pensiones, seguro de desempleo, seguro de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, etc.
En ese sentido la Confederación Sindical de Trabajadoras y Trabajadores de El Salvador-
CSTS; agradece de manera especial el apoyo político, solidario y de cooperación que hemos recibido desde la conformación de nuestra Confederación, de las y los compañeros de
Comisiones Obreras a través de su Fundación Paz y Solidaridad de Andalucía España, quienes han sido los intermediarios para que nuestra confederación reciba el beneficio de los proyectos de cooperación otorgados por la Junta de Andalucía de España; que no obstante la crisis económica por la que atraviesan actualmente, mantienen su compromiso de continuar con los proyectos de cooperación con nuestra confederación; por tanto reconocemos que con el desarrollo de estos proyectos a través de los procesos de educación y formación nos hemos fortalecido a lo interno de nuestras bases, así como el reconocimiento del trabajo político que como CSTS realizamos en beneficio de las y los trabajadores y de la población en general, nos ha permitido posicionarnos en diferentes temas, como referentes en los espacios de  incidencia; porque con nuestro trabajo hemos demostrado que somos una confederación comprometida con la clase trabajadora, manteniendo nuestros principios de una verdadera autonomía e independencia de los partidos políticos, funcionarios de gobierno, empresarios u otros organismos nacionales e internacionales.

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